A través de una resolución, el organismo finalmente aprobó el uso del “dispositivo de acople NGV1”, a ser utilizado en el suministro de GNC a grandes rodados.
Una de las últimas decisiones de Federico Bernal al frente del ENARGAS fue la de aprobar el “Dispositivo de acople para el abastecimiento de GNC” a vehículos destinados al servicio de transporte de pasajeros y de carga, correspondientes a las categorías M2, M3, N2 o N3.
La norma, largamente esperada por el sector estacionero, quedó plasmada mediante la Resolución 301/2022, publicada en la edición de hoy del Boletín Oficial (ver al pie).
La medida, deriva de un proceso de Consulta Pública, establecida por la Resolución N° 489/2021, orientada a promover el desarrollo de un nuevo polo de demanda de gas natural que traerá aparejado una movilidad más saludable por la reducción de emisiones gaseosas y sonoras contaminantes, particularmente valorable en zonas de alta concentración urbana y una disminución de costos de logística, del transporte carretero de pasajeros y de carga, por la utilización de un combustible de menor precio relativo.
Según establece la disposición, la autorización del uso del acople permitirá un abastecimiento más rápido y seguro de GNC a las unidades del transporte pesado de carga y pasajeros habilitados, las cuales ya cuentan con los conectores de carga incorporados.
De esta manera, las estaciones de GNC podrán contar con el surtidor de alto caudal funcionando correctamente, toda vez que en la actualidad los picos de carga autorizados eran solamente los llamados NZ, que demandan tiempos del orden de los 45 minutos para el suministro a este tipo de rodados, lo cual implica una barrera en términos comparativos con el tiempo de abastecimiento de combustible líquido, debido a las desventajas económicas que conlleva un excesivo tiempo del vehículo de transporte fuera de circulación mientras se abastece.
En este sentido, la sección diseñada para el pasaje del gas natural a través de estos dispositivos, permite aumentar significativamente los caudales a transferir desde el surtidor de la estación de carga hasta la instalación vehicular, con un nivel adecuado de confianza en términos de seguridad, y una reducción de las emisiones con respecto a las producidas por los acoples contemplados por la reglamentación que estaba vigente.