El objetivo es promover las inversiones en el sector automotriz-autopartista a partir de beneficios tanto para motores de combustión interna y GNC, como también híbridos, eléctricos, a hidrógeno y aquellos a biocombustibles.
La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto de ley que crea un régimen de promoción para la industria automotriz – autopartista y su cadena de valor -, con el objetivo de promover las inversiones en el sector y el desarrollo de nuevos modelos “con escala y competitividad“.
Y dentro de esas metas y diseños se encuentra el fomento a nuevas tecnologías y el cuidado del medio ambiente, por lo que no sólo se contempló a los motores de combustión interna y a gas natural comprimido, sino también aquellos híbridos, eléctricos, a hidrógeno y los que podrían utilizar únicamente biocombustibles.
Para ello, la iniciativa prevé un programa de nuevas inversiones en la industria, entre las que se incluyen bienes de capital y obras de infraestructura. Mientras que también plantea que el plazo de puesta en marcha total del régimen “no podrá ser posterior al 31 de diciembre de 2029“.
Es decir que, en caso de aprobarse en el Senado, dejaría asentadas las bases para el futuro del otro proyecto legislativo que involucra a la transición energética en el parque automotor: la Ley de Promoción a la Movilidad Sustentable, iniciativa enviada al Congreso en octubre del año pasado.
Pero al igual que la propuesta del Poder Ejecutivo, el régimen para la industria automotriz – autopartista, en ningún momento hace alusión a las Estaciones de Servicio o puntos de carga para las nuevas tecnologías, pese a que se detalla que se brindarán créditos fiscales para obras de infraestructura y el impulso de la cadena de valor.
Y por ende, sigue latente la incertidumbre sobre qué ocurrirá con las bocas de expendio, si tendrán estímulos e incentivos económicos para la instalación de surtidores acordes a los combustibles del mañana y cómo será su comercialización; pese a que diversos especialista del sector vaticinaron que las Estaciones de Servicio están llamadas a ser actores claves en la electromovilidad y también que podrían despachar hidrógeno sin tanta inversión y sin modificar sus estructuras.