Más allá de que su funcionamiento generará una reducción del 7,1 por ciento de las importaciones totales del país y contribuirá a mejorar el abastecimiento, especialistas vinculados al sector de las Estaciones de Servicio relativizaron su efecto en la actividad.
El presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa, inauguraron este domingo el gasoducto presidente Néstor Kirchner en la ciudad bonaerense de Salliqueló con llamados a la unidad del peronismo y el reconocimiento de medidas de gestión que fueron relevantes para el desarrollo de la obra, como la nacionalización de YPF y la sanción del Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas.
Su puesta en funcionamiento generará una reducción del 7,1 por ciento de las importaciones totales del país, lo que significará un ahorro de US$4.293 millones, según un informe elaborado conjuntamente por Energía Argentina (ENARSA) y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La construcción del gasoducto se inició tras la firma de contratos en agosto de 2022, cuando comenzaron los trabajos de movimiento de suelo, traslado de equipamiento y apertura de pista, que es el “camino” por donde se colocan los caños.
Luego de las primeras soldaduras en la traza, se avanzó con un promedio de 5 km diarios contando los tres frentes de obra. Así fue como se tendieron más de 47.700 caños de 12 metros de largo y de 36 pulgadas de diámetro, en los 573 kilómetros de extensión del GPNK entre Tratayén y Salliqueló, atravesando las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
Más allá de su importancia para abastecer la demanda insatisfecha de buena parte del país, la obra tendrá poca relevancia para el GNC. Así lo evalúa el especialista y asesor de la Cámara de Estaciones de Servicio (AES), Luis Navas, quien en diálogo con surtidores.com.ar, afirma el impacto que tendrá en el sector “será muy limitado”.
Explica que el mix de transporte que tienen todas las estaciones de carga de GNC se nutre de diferentes cuencas, de ahí que estima la traza no será relevante para cubrir la demanda de la actividad. “El nuevo gasoducto representa el 3,12 por ciento de la capacidad de transporte; son 573 km. contra los 18.332 km. existentes”, agrega.
Si bien considera la inauguración una “muy buena noticia”, expresó fuertes críticas a la iniciativa. “Este gasoducto es un claro ejemplo de la ineficiencia y desidia estatal, ya que demoró el inicio de la obra más de tres años y tuvo que hacerlo a través de la empresa estatal Energía Argentina SA”, cuestionó, al tiempo que justificó la falta de inversionistas privados: “El sector privado no puede manifestar interés en este tipo de obras cuando las tarifas sufren un atraso porcentual de tres dígitos”, subrayó.